FUE EN LA EXPEDICIÓN DEL FANITA DONDE MERCADO
DESEMBARCÓ EN 1898 EN LA PLAYA DE MONTE CRISTI
Andrés Blanco Díaz
Santo Domingo
Para Víctor Manuel Lugo
Uno de los casos más conocidos en cuanto a
opiniones sobre el comunismo, el socialismo y el anarquismo en la República
Dominicana, es el de Gregorio Luperon, quien se refiere al asunto en sus
escritos y correspondencias.
Por ejemplo, en una carta que le envía al
presidente Francisco Gregorio Billini el 20 de enero de 1885, le dice: “…la
verdadera libertad de la Patria, de la democracia y de la prensa libre, no es
ni puede ser, como no lo soy yo, ni lo seré nunca, partidario de los
demagogos, del socialismo, del comunismo y de la anarquía, que se quieren
fundar hoy en el país.” Otra carta, también enviada al presidente por Manuel
J. Jiménez, hace referencia a los directores y redactores de “La República” y
“El Propagandista”, acusándolos de sustentar ideologías cuyo fin era
“establecer un nuevo orden de cosas sustituyendo el presente” y cuya esencia
constituía “el cólera político”.
La posición del senador López
En 1911, el senador José Ramón López,
representante de la provincia Pacificador, sometió al Congreso un “Proyecto
de ley de patentes a las lecherías y a los tablajeros” que fue calificado por
sus detractores como un “proyecto de reforma anarquista”. En la defensa
publicada días des después en el “Listín Diario”, el autor de dicho proyecto
hizo su defensa, escudado en el seudónimo de Pancho Acedera: “Pero hombre,
¡qué barbaridades se oyen en estos potreros!...
¿Anarquista?” Y más adelante amplió sus palabras:
“Anarquista… Socialista sí es, pero no es socialista agresivo, sino
socialista manso económico, que previene de peligrosos estertores del pueblo
contra la desenfrenada especulación. El proyecto es el socialismo que ampara
al pueblo respecto a los industriales, y a los industriales respecto a sí
mismos.”
Manuel de Jesús Mercado
El 2 de junio de 1898 se produjo un desembarco en
la playa de Monte Cristi cuya finalidad sacar del poder al presidente Ulises
Heureaux.
Ese acto se conoce en la historia dominicana como
la expedición del Fanita. Entre los que llegaron en aquella invasión había,
por lo menos, un anarquista: Manuel de Jesús Mercado (don Chucho), quien
fuera apresado y salvara la vida gracias a la intervención del general José
Dolores Pichardo Betancourt. Y debe decirse, además, que el comandante del
grupo, el general Agustín F. Morales, estaba muy enterado del accionar de los
anarquistas dominicanos en Nueva York, con quienes intercambiaba ideas en las
reuniones y conversaciones conspirativas que sostenían en la gran urbe; como
también lo estaba el otro cabecilla, Juan Isidro Jimenes.
Los primeros datos que tenemos de Mercado son de
1874, en la reunión preparatoria de la Sociedad Amantes de la Luz. Este
encuentro se realizó el 8 de febrero en la residencia de Manuel de Js.
de Peña y Reinoso, en la calle de Traslamar, y
participaron, además: Juan Francisco Sánchez, José Joaquín Hungría, Juan
Antonio García, Aurelio de Jesús Tavares, Silvestre Guzmán, Alejandro Woss y
Gil, Manuel de J. Curiel, Marcos Moreno y Manuel de Jesús Mercado. Ese día
fue elegida una comisión redactora del Reglamento de la sociedad, compuesta
por Hungría, Woss y Gil y Mercado.
El motivo de la agrupación era, según su
presidente Peña y Reinoso, “hacer efectiva la propagación de la luz en la
provincia”.
El 24 de mayo de 1874 se reunieron para
establecer el primer bufete directivo, y decidieron crear una bibliotec.
El 4 de junio dejaron fundada la sociedad, en la
calle del Sol esquina San Luis. En la reunión del 4 de julio aparece Mercado
como tesorero ad hoc, y el 13 de septiembre estuvo entre los que dieron
apertura a la primera biblioteca pública del país.
Para octubre era secretario, mes en que los
socios decidieron crear comisiones que se repartieran por la ciudad de
Santiago propagando las ideas de la sociedad y haciendo colectas de fondos
para la adquisición de libros para la biblioteca. A Mercado le correspondió
formar parte de la comisión que accionaría en la banda sur de la población.
También tuvo esa comisión el encargo de seleccionar las obras que se pedirían
al extranjero. El 10 de diciembre fue electo secretario.
Otros datos de Mercado
De Manuel de J. Mercado puede decirse, además,
que participó en algunos de los movimientos sociales de la década de 1870, al
lado de Peña y Reinoso, quien se refería a él como “hijo espiritual mío”.
También en la administración del periódico El Eco del Yaque, en 1875, y como
cuando ambos estaban exiliados en Santiago de Cuba y fungía como
administrador del proyecto de su mentor y guía: “Revista Literaria
Dominicense”, en 1894. Residía entonces en la calle San Carlos No.
6 altos de aquella ciudad. En marzo del año anterior,
Mercado había participado en la Revolución de los Bimbines, haciendo causa
común con Gregorio Luperón, Ignacio María González, Horacio Vásquez, Eugenio
Deschamps, Agustín F. Morales, Casimiro N. de Moya, Juan Vicente Flores y
Pablo Eliseo López, entre otros.
Nuestro personaje aparece entre los firmantes de
la carta del 29 de agosto de 1884 que un grupo de munícipes santiagueros
dirigiera al gobernador eclesiástico de la República Dominicana, Mons.
Fernando A. de Meriño. Solicitan el nombramiento de Francisco Xavier Billini
como cura de la parroquia del Carmen de Santiago, por la muerte de Miguel
Quesada. Otros signatarios eran José Manuel Glas, Eugenio Deschamps, Genaro
Pérez, Teodoro Gómez y Lorenzo J. Perelló hijo (Puchulo).
Mercado sufrió la represión de la dictadura de su
compadre Ulises Heureaux.
Su nombre aparece entre los presos políticos
enumerados por Abelardo A. Moscoso en el documento “Los crímenes de Ulises
Heureaux o lo que cuesta este pacificador a Santo Domingo”. En tal virtud,
guardó prisión en una de las celdas de la Torre del Homenaje. Entre los
cientos de nombres que figuran en dicho documento se encuentran muchos de los
que integraron el grupo de la famosa juventud del 86: José R.
López, Juan Vicente Flores, Ricardo Limardo, Elizardo
Guerrero, Carlos Reynoso, José Eugenio Kunhardt y Agustín F. Morales.
En los últimos años de la década de 1880 cobraba
fuerza el proyecto de construcción del Ferrocarril Central Dominicano que
hiciera más rápida y económica la comunicación entre Santiago y el Distrito
Marítimo de Puerto Plata. En la primera de estas dos ciudades fue creado un
comité de apoyo cuyos miembros eran José Dolores Pichardo B., Juan Antonio
García, Nicolás Vega, Augusto Espaillat, Ulises Franco Bidó, José Manuel Glas
y Manuel de Jesús Mercado.
Otras noticias nos permiten ubicarlo como
presidente del Ayuntamiento Municipal de Santiago, en alguna ocasión.
Moscoso y Mercado
Con respecto a la inclusión de Mercado entre los
anarquistas dominicanos del siglo XIX, debo remitirme al artículo “¡Mil
puñales!”, escrito por Max Henríquez Ureña y publicado en su columna “Desde
mi butaca” del “Listín Diario”, el 9 de junio de 1967, bajo el seudónimo de
Hatuey. En dicho artículo el autor refiere la participación de Mercado y de
Abelardo A. Moscoso en un acto público de los anarquistas, en Nueva York, en
el cual se manifiesta el respaldo a la lucha de los exiliados dominicanos
contra la dictadura de Lilís. Ese mitin fue presidido por la más importante
de las anarquistas en los Estados Unidos: Emma Goldman, contó con una gran
asistencia y se celebró en la calle 14. Moscoso y Mercado fueron presentados
por el presidente del acto, así: “Nos acompañan esta noche dos compañeros
anarquistas de la República Dominicana, que hoy sufre el azote de una de las
tiranías más abominables del mundo”. La presencia de los dos dominicanos,
quienes ocuparon el sitio de honor, fue celebrada con atronadores aplausos
cuando ambos se pusieron de pie, en el centro del escenario.
Una tarea pendiente es determinar si Mercado
participó en el acto público con que los anarquistas de Nueva York celebraron
la muerte del primer ministro español, Antonio Cánovas del Castillo, a manos
del anarquista Michele Angiolillo.
Volveremos a retomar y abundar sobre este asunto
cuando tratemos de Abelardo A. Moscoso. Poco tiempo después de aquel
encuentro fue que Mercado participó en la ya mencionada expedición del
Fanita, En 1907, Mercado vivía en 1907 en la calle La Barranca de su pueblo
natal, y falleció en su residencia, el 3 de febrero de 1910.
INFLUENCIA DEL ANAQUISMO
Durante la segunda mitad del siglo XIX y los
primeros años del siglo XX, la corriente de pensamiento político del
anarquismo tuvo una participación muy
activa en el mundo y, en especial, en muchos lugares del continente
americano.
En el caso de la República Dominicana, se sabe
que algunos de sus pensadores, escritores y hombres públicos tenían
conocimiento de la existencia de esa corriente política, así como de las
ideas socialistas y comunistas, debido a los contactos con libros, revistas,
periódicos y personas llegadas principalmente de Europa; o a que habían
estado allá durante la efervescencia de aquellas luchas ideológicas; casos de
Rodríguez Objío y Gregorio Luperón.
Son dos razones por las cuales esos dominicanos
solían hacer críticas y comentarios contra quienes eran partidarios del
socialismo, del comunismo y del anarquismo; y lo manifestaban en sus escritos
y en sus cartas.
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domingo, 16 de diciembre de 2012
Anarquistas de República Dominicana del siglo XIX
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